.. .. . -..u- Diario de Burgos m .: ^■ ■ 4í Sí • % el señor Munares uu ha euviado in- de la lucha, hagan indispensable se encargue de su mando un general de prestigio, indicándose en primer término al general Martínez Campos. Así se conseguiría á la vez, aprovechar los patrióticos ofrecimientos de dicho general. M. Noticias varias mediataineute á aquella población probabilidad de que las necesidades abundante personal de telégrafos y buenos aparatos llagues? Y allá va otro ejeniple de la ezceUnte orgiiuización telegráfica. Ayer decía la pizarra que el servicio para Sevilla, Málaga y Cádiz su hacía con doce horas dé retraso, y sin embargo, yo recibí pocos minutos después de haber sido expedido un telegrama fechado en Sevilla. Es decir, que, en uno y otro caso, la pizarra que viene á ser el órgano oficial del gabinete de telégrafos de Madrid ha fallado á la verdad á sadíenda-}. En |o sucesivo, en vez de decir «mientes más que la Gacela», habrá que emplear esta frase: «IVlientes masque íá pb.urra de telégrafos. Sirvan estas líneas de explic-jcióü á los periódicos qua diariamente dicen que se les telegrafío poco cuando las líneas van mal (como si esto se supiera alguna vez con exactitud) y para los que se lamentan de recibir con retraso é irregularidades un servicio que pagan con esplendidez. de Melilla, se habló mucho sobre la lAiGnceta do ayer contieno, entre otras, las sigmenics ilisposiciones: Gracia jj Juslicia. — Weixi decreto sobro prüvisión'ilo escribanías de actuacioes — Otros referentes á personal. Hacienda. —Haiü orden concediendo □na prórroga .te quince días á los fabri La insurrección del Brasil. Monlevidco 10. Noticias recibidas de Rio Janeiro dicen que la ciudad continúa tranquila, no habiéndose reanudado el bombardeo. Los comandantes de los buques extranjeros han prevenido al almirante señor Mello que el presidente Pcixoto había desmantelado las baterías de la ciudad. El almirante Mello ha prometido no disparar más sobro la ciudad. Las huelgas. Bruselas 10. Los huelguistas de Charlerroi siguen aumentando. Ayer dejaron do asistir á las minas más de 3.U0U obreros que hasta alio- ñor Peixoto, ha dispuesto la compra en Inglaterra de varios torpederos. Nuestros valores en Paris. París 10. Los telegramas ciando cuenta del aumento de la recaudación de nduanas durante Septiembre último, han contribuido á la íirmeza que se advierte hoy en el exterior español. Los presupuestos de 3 ustria. , Viena 10. El ministro do Hacienda presenta en la Cámara de diputados el presu puesto de l89£ Los gasb.s militare se aumentan en !)S().G17 llorínes. Fahra. * * Recordará el lector que, hace próximamente un añ >, al acercarse la fecha que marcaba uno de los acontecimientos más grandes de la historia, se publicó un decreto declarando fiesta nacional el día 12 de Octubre, «aniversario del descubrimiento de América» y anunciando que el Gobierno presentaría oportunamente á la Corte un proyecto de ley para que en años sucesivos se conmemorase el mismo día tan glorioso como memorable. Pues bien, cayó el gobierno conservador, subieron los liberales y no presentaron á las Cortes tal proyecto, ni quizás se acordaron de Colón, y pasado mañana pasará inadvertido olicialmente. El ilustre genovés, á quien tanto se glorificó hace un año, no verá honrada su memoria en el presente. ¡Cómo cambian los tiempos! caiu- s de naipes para que presenten relaciones juradas de las exisiencias querrá venían resistiéndose á segi tengan eri la venta de «naipes infantües)).',coasejuS ¿Q[ Comité huelguista, y se teme que este movimiento siga en aumento pues los dueños de las minas se niegan en absoluto al aumento de salarios. Se han mandado lefuerzosde gendarmería y dragones, pues los huelguistas que exceden ya de 24.000 están resueltos á que la paralización de los trabajos sea general. Londres 10. Ayer se veri fica ron en esta capita varias manifestaciones obreras en fa- Kl general Sr. lionnudez Reina lia nombrado una comisión formada p)!los coroneh s dn los regimienlos 'le gnar lición en Madrid y presidida por el ge nei'al de brigadiSr. Sánchez Gómez para que elija cntiv los mo lelos de Lambo: es recibidos cuál ba de ser el reglamemario en el ejército español. * * * Sigue comentándose en los círculos políticos el resultado del Consejo de ayer. Esperábase que las Cortes no se reunirían hasta los primeros días del año próximo; suponíase abandonado para siempre el proyecto de Administración local; creíase que el señor González saldría anoche mismo del ministe.io, ó por lo menos anunciaría su dimisión; pero ni una cosa ni otra se ha realizado. Las Cortes se abrirán pronto, cuando el señor Sagasta pueda asistir á ellas, en opinión de los doctores que lo asisten; el proyecto de Administración local se discutirá en el Cangreso; I). Venancio no se marcha ni piensa marcharse por ahora-; el ministerio se presentará á las Cortes tal como está constituido. En suma, apd no ha pasado nada. No falta quien dice que en el Consejo de anoche dedicado principalmente al estudio de las cuestiones ín el Circo de Invierno, de Paris, 8« exliib; un saltador inglés, Darby, que ha vencido en esa clase de ejercicios á todos sus competidores de Inglaterra liste sujeto se co'.oca c ni les piós juntos meima de un ladrillo plantado ile punía sobre uno de los cantos menores, en el sueló, y salla por encima de una silla, yendo á caer también á piés juntos sobre d canto de otro ladrillo colocado en igual disposición al otro lado de la silla, sin derribar el uno ni el otro. Desde el segundo salta seis sillas en íila, y luí go por encima de un caballo, siempre á piés juntos. Por las autoridades de Barcelona se ha llevado á efecto un importante servicio con el descubrimiento de una cuadrilla de timadores enterradores, establecida en una torre del pueblo de San Gervasio, que estaba en relación con otra casa de la calle Mayor de Gracia. Se han ocupado escritos diversos, sellos suplaniando membretes ofi iab s y particulares y docom nlos que comprue ban losdeliiós cometidos. líl gob rnador dió inmedialamcnle cuenta al juzgado, á disposición del cual ha puesto á los detenidos y efectos halla dos, entregan lele también las llaves de los pisos. I). Rafael Reyer del Alamo, conocidí simo veterinario de Sevilla, que sublevó en Loja treinta mil hombres para com ¡batir á Narvae/,, ha formado un batallón de quinientos voluntarios, en su mayoría macarenos, y dirigido una exposición al ministro de la Guerra, con el propósito de partir para Melilla á combatir contra los riffeños. El comandante de guardias municipa les do Sevilla, Sr. Fajardo, que luchó con Prim en la guerra anterior, se ha ofrecido á la Reina para ir también de voluntario á Melilla. vor de los mineros huelguistas. gico Sauz Pastor oogio un f descerrajó un tiro al vacilanf 1 yl reno. 16 % Si antes de que se acabara . municiones no llegaba auxihn • l5s preciso rendirse, en el se respetase la vida, ó. caso si el de persistía en lograr una rend,^ discreción, se imponía un esf desesperado, romper á la ba, ^ punto el cordón insurrp(I> lespués, á favor del intrincado en un era NOTAS TELEGRAFICAS. Revista naval. Londres 10. The Daily Nems publica la noticia con referencia á despachos de Roma, de que el Rey Humberto pasará revista en Spezia á las escuadras itali ma é inglesa . Londres 10. Varias fábricas de papel se hau ce rado á consecuencia de la falta de carbón. Londres 10. En Burtón ha ocurrido una colisión entre los soldados y los huelguistas que querían impedii la expedición de carbón. En memoria de un patriota. París 10. Numeroso gentío visita diariamente el monumento levantado en el cementerio del Padre Lachaise á la memoria de Anatolio de la Jorge, y en el cual los antiguos defensores de la patria han colocado muchas banderas y coronas. Los socialistas. Taris 10. El partido nacional obrero ha celebrado una nueva reunión presidida por el diputado socialista señor Ferroul, en la cual se acordarán los raedios que hay que poner en práctica para la propaganda de las ideas socialistas. Prisiones. Praga 10. En esta población han sido arrestados setenta individuos pertenecientes á una sociedad secreta. En la Argentina. Buenos Aires 10. El Congreso se opone á que se prorrogue el estado de sitio en la República. El general Roca marchará en breve para Europa. Compra de torpederos. Río Janeiro 10. El presidente de la República se- En honop de Sanz Pastor. (Condasión). Porque allí cerca, al otrS lado del Tajo, en terreno elevado, oslaban ese digno y valeroso jefe y esos restos del renombrado regimiento: después do un día de terrible prueba, teniendo sobre sí constantemente al enemigo en fuerza, que los acometía desesperadamente por la espalda y por los costados, obligándoles á detenerse de tiempo en tiempo para ha cerle frente é imponerle respeto, habían llegado, ya bien por la tarde, y no sin grandes pérdidas ni sin heroicos esfuerzos, al sitio aquel, donde el señor SanzPastor hizo alto yse dispuso á esperar los acontecimientos, ordenando en círculo la escasa fuerza útil que lo restaba, con él y los heridos en el centro, y rodeado de todos lados por los insurrecto*, que le apremiaban á que se rindiese. ¡Qué pensamientos tan liegrcs debieron cruzar en aquellas horas del atardecer] por la mente del bravo Sauz Pastor! Unos sesenta hombres le quedaban disponibles, si decididos, fatigados y extenuados por tres días de lucha incesante, de marcha y de casi no comer; por el triste camino se habían ido dejando hombres y acémilas muertos, careciendo por lo mismo de comestibles; consigo teñí um s 40 heridos, que aún hacían más dilicíl y triste su situación; no le restaban municiones sino para escaso tiempo, y esto aprovechándo- la patria, las con economía tal que no se hacía un disparo sin imperiosa necesidad de rechazar al envalentonado enemi go, el cual, machete en mano, y concentrado en gran superioridad sobre nuestras tropas, si un punto retrocedía ante el fiero continente y el fue go corto y certero de estas, no tardaba en volver á la arremetida con más ardor, anheloso de ahogar aquel círculo envuelto que se le oponía; distintamente oían Sanz Pastor y su tropa las intimaciones de rendirse á discreción que, seguros de su triunfo j no sospechando el cercano socorro, les dirigían los insurrectos, y como un negro, guía de la fuerza española, mostrase más decaimiento de lo que conviniera, para sostener la moral de aquel puñado de héroes, el enér- discrecioo, se imponía un punto el cordón insm-rl?^ ás, á favor del intrincado i * que, que se salvaran los que J ran. ^ Pero rendirse en abierta cam™ ora soberanamente doloroso; v i lanz use á romper el cordón y fl car la salvación en la desbandaSI través del bosque, había que ai l donar los heridos á la dudosa bl!! nidad del adversario, lo que era ú s ibera no dolor. Por fortuna, llegamos á punto Inmediatamente de los dispal cruzados entre la avanzada enemi' y nuestra vanguardia, las corneú de Chiclana primero, las de T(ilüv3 ra y Cartagena (mi batallón) del pués, hicieron vibrar el aire con respectivas contraseñas de esos cuei pos , Contestadas por las cornetus Sin Quintín desde el otro lado naneo, como á 400 ó 500 ^Tielros-l y dándose así á reconocer unos oliMS como tropas españolas, lo qft mtonces sucedió no se Borrarájattl le mi memoria. Kl alma de Sanz Pastor debí ibrirse de presto á la confianza, á alegría, y fundirse en sacrosanli fuego de patriotismo: ello fué lá arriba, al otro lado de la corta-J dura, terminados los cambios de COQ-'J traseñas formuladas á todo el vibrar de las cornetas, vibraciones sonora £. que repircutíau á lo lejos en ocosfi) cada vez más apagados, se oyero] \ tres descargas nutridas, secas, seguí. S das á corto intervalo y acompañada! de tres robustos, enérgicos y ardieu. * tes gritos de: ¡viva España! Nosotros respondíamos no menoi j robusta, enérgica y ardientemente á H| esos gritos con otros iguales, y ¡viva á España! pareció extenderse] volar por aquellos agrestes bosque^ de la insurrección separatista, coraf para aíirmar en ellos la integridadr Aquellas descargas de júbilo, \m chas por los restos de San Quintil! con los últimos cartuchos, y aquella vivas patrióticos, á 1.C00 leguas CÍL la madre España, en ocasión tan su- ^ prema, en sitio tal, pues estábamos j muy lejos de todo poblado y en me- \ dio de agrestes, inmensos, tupidos, j seculares y montuosos bosques, J precisamente en los momentos ea que la noche vencía ya al día, cu- ^ briéndolo todo con su sombrío manto y envolviéndolo en su tnisteriosoj silencio, fué de un efecto más para'^ sentido que para descripto: baste (te- jj! cir que al que más y al que menosH las lágrimas le asomaron á los ojos;! en cuanto á mí, lo veo y lo siento] hoy con igual colorido y energía q«9| lo vi y lo sentí hace quince años. ..•-V. ■ ven 284 BIBLIOTECA DEL DIARIO DE BURGOS. es lo mismo que pinche, marmitón, cata caldos... No le dejó acabar el irascible militar. De improviso, asióle por el pescuezo ó iba á aplicarle la corrección que tenía tan bien merecida, cuan do le llamó la atención un lance mucho más grave que la venganza de las injurias p rso nales. Un tiro repetido por todos los ecos de la mon laña había sonado y un soldado acababa do caer atravesado el pecho de un balazo. iAtonción!— gritó el sargento— ¡A formar en columna! jal trote! ¡marchen! Aun no había acabado de vocear la orden, cuando otras dos balas le silbaron en los oidos, balas mortales para los dos cabos de cabeza quo ejecutaban el movimiento. Triste y salvaje aspecto tenía el paraje do la osco'na. Kxtendíase por delante el desfiladero, cuya pendiente iba siendo cada vez más escarpa da, rocas enormes dominaban el camino por ambos lados, si bien entro dos de ellas había una es pocie de camino ó cortadura que abría más ancho horizonte. Viendo tendidos á otros dos de sus hombres conoció el sargento, aunque algo tarde, quo había caído en una emboscada, y deduciendo por LA MAGA DE LA MONTAÑA. 285 el humo, el sitio de donde partía el ataque man - dó hacer alto á s i tropa, echar pie á tierra di z de los más decididas dragones, y meterse en el paso indicado para levantar la caza á sablazos. No bien dió voeila al recodo esta avai zada, empezó desdo un bnéquecillo que lo dominaba un fuego de fusilería bien sostenido, que maló tres hombres más, y una docena de monlañeses entre los quo descollaba Galbrailh, por su es tatnra se lanzó sobre los dragones blandiendo sus claimoras. Kstrccharon sus íüas los soldados, y comenzó una lucha encarnizada hasta que apareciendo el sargento Baker, con el resto del destacamento, tuvieron que replegarse los mon tañeses ai bosquecillo del alto, que era su fuerte incspugnable. Uno solo de ellos, en el calor del combate, no oh:-ervó oslo movimiento re trógrado, si no que por el contrario, lan-iándose sobro la fuerza que de n fresco llegaba, sacudió al sargento un vigoroso sablazo, repitiendo con una espe Cié do frensí, el grito do guerra de los monlañeses; ¡claimora! jclaimora! Contestóle el mismo grito, y los montañeses en pos de Galhraith se lanzaron nuevamente có mo desesperados á arrancar del poder de los dragones á su valeroso ó imprudente compañero. 288 BIBLIOTECA DEL DIARIO DE BURGOS. das á esto todas sus desdichas, deslumbrada un relámpago, dió Kusbi una huida, tiró al gi"^ á un foso lleno de lodo. Afortunadamente se.atffl pintió enseguida el pobre animal, y quedó Plan tado aguardando á que pudiera volver á illC01^ rarse su amo, quien con admirable esioicismo ^ sentó en el suelo, dispuesto á esperar el íi'i de tempestad, la venida del día ó un socorro ine ' perado. Megó el día, pero no el socorro, y. lia^ sido y pasito á pasito, se volvió el t,ail,0 sa casa, conduciendo de la brida á Kusbi, más ya gue un cordero. Lo primero que hizo el digno magisl?3^ ^ que llegó, fué tranquilizar á su hija y al atn,sv| gobierno, que habian pasado la noche con ^ tales angustias. Inmediatamenie, se metió d' cama ó invocando el testimonio de su tío e ^ tor eivargó á K ilty quo dispusiera todos lientt'S neeesarios. A las veinte y cüaU'O 'V^ eslaha tan listo como si nada le hubiera sU^ "| y es fama que atribuyó su prodigiosa cara0 un vaso de exquisito rom do Jamáica. ^ ^ l'as idos algunos dias después de esta ^'J^. dal.h! aventura, hallábase el bailio volup demento repantigado en su sillón de baqu ' ^ lanío de una mesa bien provista de són