CENTS. ^SUSCRIPCION Diario de Burgos DE AVISOS Y NOTICIAS. TELEGRAMAS Y NOTICIAS DE LA TARDE JifiMERO O CÉNTS,, PRECIOS DE INSERCIÓN AHÜNCIOS : Kn 1.' planfti Tein^ Os eéntimoB linea ; Kn 3.', q*in«»«; Ka dA dies. -RECLAMOS : lino», » ¡tetimos. COMUNICADOS y «loltam de -edacción: do C.áfi 6. 5 P®8?' ¡w. ESQUELAS EÜNEBKES ¡ d« dpeset»8 en adelante. Kebajaa * IOB Bueoriptorea y 9 loa tnaacioB permanentei. PAGO ADELAHTADO 2.860. Viernes l.u de Abril de 1898. IT 'r CtB^NO-D^NTISTA - Líi REAL CASA Ofc Espolón, del celebrado anoche en la PresidencU, ratificándose ante S. M. los acuerdos de anoche y leída por el señor Sagasta la nota de las reapue-tis qae han de da s^ á Woodford, S.. M. se dignó aprobarla iiflaií en dentaduras artificia- 0k0rti„4.„ o L , . , en absoluto. Se habló del aspecto que oro, v»*" J - ^^oro plati"0 y caochnut, con arre- bfl Orificaciones y empastes de todas la il»?68' jaljRta eo enfermedades de ^ eu extracción sin dolor, ^goras de consulta: de nueve á cinco, opción, 40, pral. dcha. [a relojera Qg luis Ierres, ha trasladado de la Plaza Mayor, nú86 ro B6, á 1» misoaa Plaza, uúm. 62, Tjftdo del comercio de los Sres. Hijos J6 goliner, Los Valencianos. ge pavonan relojes de acero. ; | los Sres. Saeerdotes SASTRERÍA DE LA ÍIÜM DE PRIñlíO GñHGÍfl Ijadüeña del establecimiento participa ása numerosa y distinguida clientela que yigue como hasta la fecha al frente del acreditado taller de sastrería {ioade fie confeccionan toda clase de prendas referenks ai oficio á precios sumamente económif.os, con especialidad en trajes talares y de colegial. No coofandirse: Plaza del Duque de la Victoria (antigua del Arzobispo), frSTit'e al Palacio Arzobispal. No fiarse de los que propalan que ya EO existe dicha casa. i Carta de Madrid. La con- la mañana en Palacio ferencia. Madrid 31. No voy á examinar el contenido de la nota oficiosa facilitada anoche como resumen del Consejo celebrado en la Presidencia. 8e ve á las claras que el Gotoenio, anticipándose á los propósitos áftlos Estados Unidos, envía tres millones de pesetas para socorro de los reconeentrados, y así se telegrafió al ^neral B'anco. Este acuerdo del Gro^ierno denota que España no necesita ^socorros ajenos para acudir allí doucaridad reclama auxilios para los ^üoles, y además que la filantropía de Norteamericanos tiene algo de dudo!a 7 espontánea; hay mucho interés J^tto y de manifiesto egoísmo para 'W sus fines. ^Degoarfcaudo este punto, voy á señaantecedente como resultado del 0Q8ejo de anoche. Se habló en los ceníro8 politi bistre {livrtt!e8 800 ^ t^l)0 en el Consejo rfis Q81^^ ^6 0P^a^onea ent;re ^08 8eño* form y cou^e de Xiquena en la ^Vood^6 C0£lte8tar ^ la8 aspiraciones de ^ ^rd, comunicadas por BU gobier- ■ 7 además que el ministro de Fomenpareen Cfihíi- ^^venir las naciones en el met, ^Uedaron las cosas hasta el, pri• ^i^1© de esta mañana, que se presenta la guerra de Cuba y las noticias de hoy, según decía un ministro, son marcadamente favorable?. La nota del señor Sagasfca es negativa en alguno do los pantos que reclamaba concesiones el ministro de los Estados Unidos. Terminó el Consejo coa S. M., y volvieron los ministros á celebrar nuevo Oonsejülo en la secretaría de "Estado. Por cierto que á poco salió el señor Moret, sólo, dejando á sus compañeros reunidos. A'gaien sospechó que se iba á su casa, pero resultó que se fué á almorzar. Algunos periodistas que le hablaron no obtuvieron del señor ministro de Ultramar más que estas palabras: — «Impresiones optimistas». * * La conferencia de los señores Sagasta, Gallón y Moret coa Woodford ha comenzado á las cuatro de la tarde, y pa réceme que el gobierno español lleva la respuesta á ciertas aspiraciones de los Estados Unidos, que son, según referencias recogidas en los centros políticos: 1. ° Suspensión de hostilidades hasta primeros de Octubre. 2. ° Intervención de los Erados Unidos en loa socorros á los reconcentrados. 3. ° Durante el plazo que media hasta Octubre, proce 1er á la evacuación militar en Cuba, y otros pantos que no han salido á la superficie. Claro es que de estis informaciones nada tiene carácter oficioso ni oficial, y están sujetas á rectificaciones, supuesto que el Gobierno mantiene, como digo antes, reserva impenetrable. ¿Dónde va á parar la pelota? ¡Qaión sabe! Todo esto está subordinado á un detalle que, . por insignificante que sea, puede hacer cambiar fuadameatalmente las cosas. sidera^en como justa los Estados Unidos y otros países, y reputasen como equitativa para España y para los cubanos, * * Telegrafía á La Correspondencia su corresponsal en Washington qne «n la Cámara baja la mayoría republicana en masa, ha desechado la proposición relativa á la independencia de la isla de Cuba, presentada por el «leader» de la minoría. «Esie resultado, — añade — solo en la apariencia satisfactorio para España, es debido á doa causas bien claras. Primera, á que los republicanos son opuestos á dar su apoyo á toda resolución que tenga su origen en las filas de los demócratas. Y segunda, á que el presidente (speaker) ha podido conjurar las intemperancias de la mayoría, prometiendo, según se dice, dejar franca la acción del Congreso para el caso de que dentro de pocos días no pueda recabarse un arreglo satisfactorio para los Estado» Unidos, en las ouestiones pendientes con España.'í Hablase mucho nuevamente de proyectos del sindicato filibustero. Hoy es evidente para todas las personas imparciales, qne no se busca la guerra á consecuencia de la voladura del Maine, ni por sentimientos de humanidad hacia ios reconcenti'ados. ni por ninguna causa que pudiera justificar, siquiera fuese hipócritamente, el empleo de la violencia. Hoy se provoca el conflicto por instigación de una pandilla dvs mercaderes sia conciencia, de legisladores sobornados, de periodistas mercachifles, de especuUdordS, en fin, de la más despreciable ralea. To los buscan con el mayor descaro su participación en el escandaloso y colosal negocio preparado. Sería un balefón del siglo XIX que España cediese ante la actitud de ios Estados Unidos, cuando estos lleguen á provocar la guerra con ten bastardos pretextos.» icos de crisis y que salía nn ¿Quién? Nadie lo sabía. Mis A las cinco y media próximamente, terminaba la conferencia de los señores Sagasta, Moret y Gallón con el representante de los Estados Unidos, mistar Wooiford. Y claro está que hoy como anteayer en caso análogo, se ha gaardado la mayor reserva. Uno de los conferenciantes dijo á los periodistas en uno de esos momentos que revelan la entereza de nuestra raza: — «Continuamos siendo españoles». Pero después he tenido ocasión de hablar con un autorizado personaje, y de él he podido sacar la impresión de que los conferenciantes redactaron un «memorándum» que contiene la respuesta del gobierno á las peticiones de MacKinley. El documento se lo ha llevado Mr. Woodford, quien lo telegrafiará íntegro á su gobierno. También he oido á última hora que el ministro de la Guerra opina que es imposible tratar con los insurrectos, añadiendo que precisamente la contestación á Woodford expresa que nada puede hacerse hasta que estén constituidas las cámaras insulares, lo cual sucederá á primeros de Mayo. MENCHBTA. en la secretaría del ministerio ^ia k ^ ^ (lue duró escasamente melora A 8^0t.ea ' A e8fce consejillo llevaron los ^a enGi0ade de XicineDa ^ Güllón una cpiUÍ0 a cada uno concretaba sus ^eae 0uando 86 Oyeron nna y otra, ^6 e| ^ referencias de buen origen ^tro 8aga8ta M otl,a ^ ^ ^PV^0^1"011 POr unanimifiad atiuí quedó conjurada la di & /,eütonoe8 108 ministros sualaoiopara celebrar Consejo ^eina. ^jo ha nido la reproducción Go [spana y los Estados Unidos Segúp algunos periódicos^ las recia maoioues presentadas á España por Mac Kinley son: Suspensión inmediata de las hostilidades en Cuba; libertad á los reconcentrados para que vuelvan á sus hogares á reanudar sus ocupaciones; retirada de nuestras tropas de la isla, y reconocimiento de su independencia á los cubanos «obré la base de una indemnización pecuniaria para España, que con- * je Ampliando la información que teñe- 1 mos suministrada á nuestros lectores sobre el- importante consejo de ministros celebrado ayer, trascribimos de nuestro querido colega El Norte de Castilla algunas noticias que le comunican por telégrafo: Los ministros, en la reunión de ayer tarde, entregaron á mister Woodford la nota diplomática que sirve de contestación definitiva á todas las reclamaciones formuladas por el gabinete de Washington, al que su representante ha enviado íntegra por telégrafo dicha nota. Convino Woodford con los Sres, Sagasta, Gullón y Moret en que sea cualquiera la hora en que se reciba contestación de Mao-Kinléy, sé reunirán de nuevo para conocer las resoluciones del gobierno norteamericano. Después de retirarse mister Woodford, los señores Sagasta, Gullón y Moret continuaron reunidos largo rato. No se sabe qué impresiones pudieron cambiar en esta nueva conferencia, pero sé afirma que debieron sor poco agradables á juzgar por la contrariedad que se pintaba en su semblante. El señor Gallón se fué directamente á palacio para enterar á la reina de todo lo ocurrido en la entrevista y leerla la nota diplomática, tal como había sido redactada en definitiva. Todos los ministros guardan impenetrable reserva. Elogian, si, la exquisita cordialidad de mister Woodford, que parece pone empeño en aparecer más cortés y comedido al paso que se acerca el instante de la ruptura. Los . ministeriales hacen malísimas conjeturas respecto á la negociación que se sigue con Washington,, y repiten que es verdaderaméntó asombroso cómo ha ido empeorando en poco tiempo el conflicto. Consignan que la guerra ó la paz depende hoy en adsoluto de que MacKinley sea impotente para contrarrestar la presión de las Cámaras ó de que logre imponerse á éstas, domioando al mismo tiempo la alarma y el odio á España que reinan en el pueblo yankée. Si lograse este último resultado, créese que podría llegarse á una solución que salvara el honor de ambos países y evitase el conflicto bélico. Como consecaencia de este arreglo se aseguraría asimismo la paz en Cuba. Pero, y este es el supremo fin que admiten todas las acaloradas discusiones que entre dichos ministeriales se suscitan, el único y principal temor que abriga el Gobierno y aun Europa entera, es el de que Mac Kinley será arrastrado por la fuarzt á ejecutar cuanto quieran los fogosos jingos de las Cámaras norteamericanas. Como en este asunto se juega el presidente su popularidad, su preponderancia política y hasta su interés particular, créese que será fácilmente dominado por esas presiones que le rodean. Lo más importante que se conoce de los acuerdos del Gobierno, es lo relativo á la redacción de un memorándum, én la cual solo ha puesto mano el señor Sagasta. Es an documento notabilísimo, según se asegura en los centros oficiales, muy meditado, muy enérgico y al mismo tiempo muy cortés para con los Estados Unidos. El señor Sagasta ha realizado yardaderos prodigios de habilidad para no herir el amor patrio de los yankees, y al misKío tiempo ha marcado profunda y enérgicamente el límite de las concesiones que España puede otorgar en la cuestión sin que quede por los suelos su honor, y sin que se doblegue á, las imposiciones de los que se creen más fuertes. Se hace constar en el memorándum que, caso de que estalle la guerra, el Gobierno de Mac-Kin!ey será responsable exclusivamente de ios desastres que traiga consigo aquella gran calamidad. Ai efecto se prueba con toda clase de razones y documentos oficiales que España ha apurado hasta las heces la copa de la paciencia para no provocar el conflicto, no obstante las muchas ocasiones que se han presentado en contra de la paz. El memoranlum ha sico telegrafiado, íntegro, á todas las potencias de ambos continentes. Los últimos despachos recibirlos de Washington agravan los términos del problema, pues revelan una enorme agitación del pueblo yankee en favor de la guerra. Las masas, haciendo gala de nn desenfreno impropio de pueblos civilizados, recorren las calles pidiendo que se den los pasaportes á nuestro embajador. A tal punto ha llegado la irritación yankee, que ha sido preciso situar fuertes retenes de policía en la residencia de Mac-Kinley para impedir que se cometa contra éste algún atentado. Repítense en todas las poblaciones las algaradas antiespañolas, siendo objeto de persecuciones é insultos los que no desean la guerra. En ano de esos motines ha sido quemado en efigie el propio Mac-Kinley, manifestando las turbas su rencor contra el presidente porque no ha declarado ya la guerra á España. Respecto al estado de agitación que las Cámaras yankees presentan, resalta ría pálido, según afirman los corresponsides, todo cnanto se dijera. Diputados y senadores poseídos de una verdadera fiebre, desbórdanse por completo en sus discursos, no pronunciándose uno solo, aun de las cuestiones más alejadas del conflicto, que po contenga tremendo^ ataques contra los españolea. «Me han asegurado esta uoobe— dice el citado corresponsal— que nuestro Gobierno está muy al corriente de todos estos insultos y populacherías y que ha decidido reclamar contra ellos si ee entrase en un período de negociaciones menos tirantes. Me afirma también un ministerial que el Consejo ha acordado entregar los pasaportes á Mr. Woodford, si Mac Kinley continúa manteniendo en pié cualquiera de las exigencias graves que ha formulado y que son rechazadas en la nota de hoy.» A la vez que siguen los preparativos navales y militares, procúrase en Washington aumentar las reservas de dinero en oro para las atenciones de la campaña. Ei Gobierno ha pedido á Europa una remesa de seis millones de francos en moneda de aquel metal. Loa términos en que se halla planteado el conflicto preocupan vivamente la atención pública en la Habana, una vez que allí han de desarrollarse las primeras escenas de la guerra hispanc-yankée. El general Blanco ha recibido numerosos é importantísimos despachos de Madrid comunicándole las impresiones que el Gobierno tiene y las órdenes que pueden ser útiles en cualquier momento, si ei eonfiieto llegase k estallar. Según las noticias que llegan de la capital de la isla, el marqués de PeñaPiata, apenas recibió los aludidos despachos, reunió al Gabinete insular, celebrando un larguísimo Consejo, del que no se tienen detalles por la gran reserva que te ha guardado. Tambióa llamó á todos los jefes de los partidos políticos dominantes en Caba) exponiéndoles la gravedad de ía situación y pidiéndoles que interpusiesen su valimiento para que sus correligionarios se agrupasen en torno de la bandera española. Todos por igu&i respondieron á los deseos del general en forma jotamente patriótica, efirmando que se podía contar con ellos para cuanto fuese la defensa de la integridad del territorio español. En un segundo Consejo que han celebrado ios ministros cubanos, se han encargado de realizar una misióo importantísima, que regularmente contribuirá á las negociaciones de paz que se vienen haciendo. Los ministros han designado á un alto personaje de la política cubana para que marche inmediatamente con rumbo á Nueva York, desde donde se dirigirá á Washington llevando instrucciones reservadas. Se dice que en ellas el Gobierno insular propone los medios de arreglo para la pacificación de la gran Antilla sin que se llegue á la independencia. Desconfíase macho de que den chispas estas mediaciones, mucho más siendo los ministros insulares los que las realizan. Como una de las cuestiones más dignas de tomarse en cuenta en este asunto, es la relativa al abandono en que han quedado en Cuba muchos infelices niños cuyos padrea emigraron ó huyeron álas filas rebeldes, la Keina Regente ee ha propuesto interponer su influencia para amparar á tan infelices criaturas. Al efecto proyecta crear nna junta de señoras, tanto en España como en Cuba, que contribuya á favorecer á los niños abandonados, recogiéndolos y poniéndolos al abrigo de la miseria que sufren. May en breve comenzará á desarrollar S. M. el caritativo proyecto que ha concebido. El tiempo Primera quincena de Ab»il Annnoie Escolástiw, eri su (iawta Meteórolóyiea, que siu psi-juicio de ser'gratala temperatura, ' lan manifefitacioues