70 1492 añade Bouchot, de quien tomamos estas líneas, favorecía esclusivamente á Genova, á Florencia y particularmente á Veneciá,» al propio tiempo que debía labrar su gloria y su fortuna. Vasco de Gama, que dobló el cabo de Buena Esperanza y abordó por vez primera á la India; Alvarez Cabral, que echó los cimientos del imperio colonial de los Portugueses, y descubrió el Brasil; Francisco Almeida, y finalmente, Alfonso de Alburquerque, el Marte portugués, que con sus extraordinarias proezas consolidó el poder de su patria en el sud de la india y en los mares de Oriente, son los nombres gloriosos que ilustran la historia de Portugal, cuya literatura se ensancha y desarrolla al calor de tantas empresas, y produce un Camoens, nuevo Homero, digno de ensalzar hombres tan ilustres y tan notables fastos. Con Portugal terminamos la serie de pueblos, cuya historia, en el año 1492, nos hemos propuesto bosquejar hasta aquí; ya que la de España, mucho más importante, en la misma fecha, tanto desde el punto de vista general, como por lo que á nos-