Excelsitud de gloria que han dado a la diócesis de Avila y a la Orden Carmelitana Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz Comunidad carmelitana, señoras, señores: Habéis querido, venerables hijos de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz, que mi adhesión como Obispo de Avila a este Congreso ascético-místico en honor del gran Doctor San Juan de la Cruz fuese una adhesión no de unas cuartillas, sino una adhesión personal. Y a pesar de que eran sólo unas horas las que podía robar a las intensas ocupaciones pastorales de estos días» sin embargo aquí he venido; y he venido del Carmelo de Occidente, que es Avila, para saludaros a vosotros que, siendo hijos de Teresa y de Juan de la Cruz, tenéis vuestra cuna en Avila, y si vuestros Padres en el Antiguo Testamento fueron Elias y Elíseo allí en el Carmelo de Oriente, la cuna de la Reforma de la Descalcez Carmelitana, vuestra cuna, la de vuestra gran Madre, la de vuestro excelso Padre es Avila, a la cual puedo ensalzar y glorificar porque los afectos que me han unido a ella han sido sobrenaturales, no habiendo pisado su bendito suelo antes de haber sido elevado al Pontificado, pero ciñéndome el anillo de perenne fidelidad en el momento