144 DESEOS DEL ALMA DEVOTA. atienda mí cuerpo á estas razones, y que ya qué no reconoce como debe vuestra misericordia, ni adora vuestro ser , tema vuestra justicia , y tiemble de vuestro poder; Confige 'timare tuo carnes meas. DOCUMENTOS. i, yjllo mueva este santo temor , pidiendo á Dios con orajL cion instante y fervorosa, atemorice su carne, y corrija á su cuerpo de manera que no pueda mas que el alma , yí que tenga humillado un enemigo tan domestico y natural, y del qual no solo anda acompañado, sino vestido, á quien no puede dexar, aunque quiera, hasta que quien se lo dio se lo quite. 2. Juntamente con pedir á Dios gracia para corregirse, k ha de pedir paciencia para sufrirse , y esto último es mas fácil que lo primero. Porque sino es en Christo nuestro Señor , donde estuvo el alma unida á la divinidad , y así estaba obedientísimo su sacrosanto cuerpo al alma, y en la purísima Virgen María su Madre, en quien cuerpo y alma, á un mismo paso , y consonancia acumulaban por instantes tesoros infinitos de caridad ardentísima , con profunda admiración de los mas encumbrados Serafines. Todas las demás almas y cuerpos de las criaturas , por la mayor parte han vivido encontrados entre sí , al obrar lo bueno,' quando no están conformes en lo malo. Y así el rendimiento que pretende el espiritual en la carne , ya que no lo consiga para la quietud, lógrelo para el aprovechamiento, pues quantas rebeldías sintiere de la parte inferior al tiempo que obra santamente la superior , si bien son vilezas del cuerpo , pero son coronas del alma. 3. También debe estar advertido, que así como conoce las tribulaciones y trabajos que por instantes le causa la mala vecindad del cuerpo , debe portarse con el severo y constante , para corregirlo y reformarlo. No tanto creyendo que lo ha de poder refrenar de manera que se olvide lo malo, sino que le ha de obligar á obedecer lo que le mandaren en lo bueno. Y así este muy atento á los mo-