público ss entusiasma y aplaude hasta hacerse dafío en las manos; muy bien, D. Antonio, eso es poner banderillas. % v Coge las armas toricidas y hacé una faena de muleta que, con decir fué de las suyas basta; metiéndose bien deja un buen pinchazo, y tras dos ó tres muletazos suelta una media estocada muy buena, entrando 7 saliendo como un ángel. (Ovación.) Total: que el maestro tuvo una buena tarde, y aunque el público al principio se encontraba frío con él, terminó por aplaudirle como se merecía. Dirigiendo demostró más energías que otras veces, y eso que permitió á Cerra ¡illas colocnise ála derecha de los caballos en algunas ocasiones; qué manía tiene este niño de hacer eso. Bombita chico.— Con el segundo de la corrida empleó una faena de muleta algo desacertada; el toro, que era grande, tenía la cabeza por las nubes, y en vez de procurar bajársela lo , pasó la mayoría de las veces por alto, resultando que el bicho, , quejnojpresentaba al principio del tercio dificultades, terminó por hacerse difícil; entró á matar y colocó una media estocada, i F0SMTB8 DESCAÜKLLANDO algo atravesada, seguida de dos intentos de descabello, pues aunque tocó algo en el primero no fué lo suficiente. [Palmas.) Al salir el quinto morucho se hincó de rodillas y dió un quiebro ceñidísimo y muy lucido; se le vuelve el toro y termina la suerte con dos buenos recortes; se gana una ovación y el público se pone da parte de Ricardito que, cual su compañero Fuentes, al principio sufrió las antipatías de parte del mónstruo de las cien cabezas. Suena el clarín y Bombita chico toma los rehiletes; después de una preparación de gran efecto, demostrando las grandes facultades que posee y el valor rayano en temeridad, intenta cambiar; pero como el toro estaba algo quedado desiste y prende dos superiorísimos pares al cuarteo, terminando con otro un poco pasado; excuso decir que se ganó la gran ovación. Se marcha al estribo, coge los trastos de matar, y después de brindar la muerte á los espectadores del tendido 6, se dirige al toro. Empieza la faena con un buen pase cambiado y metido entre los pitones; sigue fresco; con una lucida faena entra por uvas y mete media estocada buena; un "pinchazo y media estocada superior. En los pliegues de la muleta se lleva al toro paso á pasa hasta frente al teodido 6. allí sica el es • toque, lo corre por el cerviguillo y termina tan artística faena dando un lucido descabello. (Ovación estruendosa y merecida.) Lagartijo chico.— Cjd. el capote fué el diestro de siempre: parando los toros como.se debe y moviendo los brazos con arte y elegancia; en quites estuvo oportuno, sacando los bichos por el lado de fuera y rematándolos artísticamente. Al cambiar el tercio de varas en el sexto, el público pidió parease, como lo habían hecho sus compañeros; pero como está convencidi que para eso no sirve, hizo bien no accediendo á la petición que se le hacía. Para despachar á su primero, tercero de la tarde, empleó la siguiente faena: dos pases.de pecho, u*o en redondo, siguiendo después cOn varios naturáles; se perfila y da un superior pinchazo; nueva faena de mu'leta y sé tira, clavando una estocada tendenciosa y atravesada' por salirse de la suerte. (Ovación por las simpatías que le demuestra el público.) Empieza la faena en su segundo con varios pases naturales muy. buenos; sigue pasando de muleta como un maestro, y una vez cuadrado el torp, mete media estocada détantera y atravesada; más pases, lía y da otra lo mismo; un pinchazo, tirándose desde lejos, y termina con el toro y la corrida de un descabelloi (Si' Unció.) ,u ;* . ; : % Lqs cMadfiWo*.— Afortunadamente^ fuera de algunos recortes y la manía de Cerrajillae en colocarse donde no hace falta, se' portaron bien^sobre todo fiá^g^o, que. bregÓ^coflAa^i^to^y valentía. Los picadoíes pusieron buenos puyazos y en general cogieron los altos casi siempre. (INBT. DJi UAISK.)