Para dar cuenta de los seis bueyep, la empresa madrileña dispuso que vinieran Platerito y íalerifo, qne alternaron con el sevillano Joaquín Delgado, Vela, nuevo en Barcelona. Por esta ve?. ha quedado dt • cartado el de Bcgofia, á Dios gracias. La combinnción era magnífica. Hubiera súlo deñcunte con JS- - gaterin y Bienvenida y toros andaluces 'l ¡Cada vez creo más firmemente en que hay personas metidas en negocios que están refiidas con sus propite intereses. Pero de esto hablaremos más adelante y detenidamente, á pesar de ser enemigo de molestar á nadie. Lo que en esta novillada iba á ocurrir lo sabíamos de memoria; era un libro abierto. Con bueyes, de poder, muchos kilos, muchos pitones, mensos perdidos, reservones, etc., se aburren toreros y público, como Sucedió. ¿Por qué no se quedaron los colmtnarefios para la plaza de la villa y corte? Aquí, aunque provincianos, preferimos ganado de Andalucía. Los seis bueyes debieron ser foguesde», si para los manees son las banderillas de fuego. Los matad* res, en mi concepto, cumplieron con mandar »1 matadero á semejantes animalitos. Estuvieron trabajadores; pero los toreros proponen y los bueyes disponen. Para dar una ligera idea de lo que fué la corrida, baste decir «/ GrJBTlL] At» >1« VI A VAHA AL T» F.O PIOMí'O UNA CAIDA DB «C( Q"1N Bü> >N B< bBQUNDO TOBO V « PT ATKBI 7 O» Al QUITB que llegamos al sexto manso sin que los espadas coneiguieran rematar un eolo quite. Con la muleta sólo vimos unos cuantos pases de Calerito al segundo búfalo, y con el acero la estocada que el debutrnte Tela recetó al tercer toro, ó lo que fuera. Tan en coito y recto entró el muchacho, que fué alcanzado por la pierna izquierda, siendo volteado y derribado. En la enfermería se le apreciaron dos fuertes contusiones: una en la pierna izquierda y otra en el brazo del mismo lado, que impidiéronle continuar la lidia, teniendo que estoquear Platerito el último regalo. El picador Malero, en una caída en el segundo, sufrió la fractura completa del brazo izquierdo. Y para tratarse de una bueyada debe bastar con lo dicho. ¡Bien marcha la temporadital En fin, veretnos ... en lo que para tanto desacierto* (|nbt£i>b f. AetüSTl t r. taldAs.) Jüajt FRáHCO DEl/BÍQ.