libro j .Capitulo 4. 9 Ja Venerable Madre en Oración en vnOratorio,adondc folia tcnerla,quando auia embaraco d : citar en el corredor,que hemos dicho,y teniendo los ojos cerrados para abrir mas los del iutcrior;fintióvn bullicio de luzes, que avnmifmo tiempo bañó extraordinariamente la pieza de refplandorcs,y a fus ojos de rayos. Quifo examinarel principio de donde falian, y mirando a vn lado, y al ot ro ác\ Oratorioivió al Sol de jufticia Chrifto,q de fi las defpedia.Eníatorrnaquelcvió,y loque ledixo,lod¿rá mejoría Venerable Madre, y con mas efpiritu,y llaneza, Di ze afsi en ia declaración que hizo., por precepto que le puíícron los Prelados , para que dixelíc los fauoresque Dios le hizo en el difeurío de fu vidaja qual tengo en mi poder,}- la guardo como preciofo teforo. Eftando en el Oratorio en Oración vi paitar de vn c* - bo a otro del a nueftro Redentor con Ja Cruz en fusfacratifsimos ombros,y con vna veftidura morada,moftran do grande manfedumbre , y con tanto refplandor , que ai principio me hizo mirar , que luz era aquella tan gran- . de , y tan a deshora , q aü no auia vifío aquel Sol de juílicia,dc a donde procedía. Y aunque en tales horas todo caufa efpanto , y temor,no me lo dio, fino que fenti gran confuelo en el alma, y fegundad.Y quando vi aquel Cordero amabilifsimo , no le puede imaginare! gozo , y los efectos, que fenti en mi alma. Eítando yo mirando a fu Mageftad, boluió azia mi la cabeca , y dixome: Bijafigueme; Yo te agradezco el bienquebd^s aefta*pobre en mi nombre. Todas fon palabras de la Venerable Madre,quc enlafencillez con que habla , fe reconoce fu verdad, y en el fuceífo ia bondad de Dios , a quien adoramos , que efiima tanto a vna pobre tullida, y enfeima , a quien ios hombres no fe dig ñauan de mirar; que viene defde el ciclo a agradecer las buenas obras que le hazen. Pero iashazia la caritaciua donzella con tanta fee^ y efpi- B ri-