La idea de José Martín López, el padre de Carmen, era enviar a su hija a estudiar la enseñanza media a Madrid, pero el estallido de la Guerra Civil, en 1936, hizo que la matriculara en un instituto salamantino. En el "Lucía de Medrano" estudiará literatura con Rafael Lapesa y Salvador Fernández Ramírez, futuros académicos de la Lengua, posibles impulsores de su futura profesión.